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Las famosas “tapas” españolas

Son una forma popular de comer que ha conquistado al mundo, pero ¿cómo surgieron las tapas?

Una de las historias más populares afirma que, en el siglo XIII, el rey Alfonso X de Castilla descubrió que, mientras se recuperaba de una enfermedad, solo podía comer y beber en pequeñas cantidades, lo que resultó en una de las primeras formas de tapas; Su Majestad pensó que esto era maravilloso y, en su recuperación, decretó que todas las bebidas debían servirse con un pequeño refrigerio. Otra historia dice que su homónimo del siglo XIX, Alfonso XIII, ordenó una vez vino en una taberna popular de Cádiz; como Cádiz es un lugar muy ventoso y polvoriento, el camarero lo sirvió amablemente con una loncha de jamón en la parte superior para evitar que entre arena. El rey disfrutó tanto con su vino y su jamón que volvió a pedir lo mismo y, como suele ser el caso con los reyes, comenzó una tendencia.

Otros mitos de origen son más humildes. Según algunos, las tapas comenzaron en un bar de agricultores en Sevilla, donde los camareros servían cerveza o jerez con un platillo en la parte superior para mantener alejadas a las moscas; luego se dieron cuenta de que podían usar el platillo para servir un poco de jamón, algunas aceitunas, un poco de queso. El movimiento inteligente hizo que los clientes regresaran, gracias a la aparente generosidad de la barra. Otro afirma que algunos taberneros astutos descubrieron que, si cubrían el vino barato con un plato de queso fuerte, sus apostadores, en un estado de confusión olfativa, no notarían lo mala que era la bebida.

En el mundo de hoy, esto significa poco: en estos días, no necesitamos camareros para mantener las moscas fuera de nuestras bebidas. Pero aun así, la influencia de las tapas se ha extendido por todo el mundo. Tan popular es este estilo de comer que, hoy, en la mayoría de los menús españoles, todo está disponible en una porción del tamaño de tapas. Y los increíbles chefs han elevado las tapas de un simple bocado en un palo a una cena con estrellas Michelin.

Platos españoles que no te puedes perder

Es justo decir que España llegó tarde a la mesa a la hora de reconocer los superpoderes mundiales de sus alimentos; mientras que Italia y Francia han pasado años en el centro de atención, España estaba esperando su momento. Sin embargo, en los últimos años, la gente ha venido a celebrar los sabores extraordinarios y la variedad de productos que la cocina española tiene para ofrecer.
Los chefs de alto perfil como Ferran Adria y los hermanos Roca han recibido el reconocimiento internacional de la alta cocina de España. Pero el corazón de esta permanece en su naturaleza rústica y casera, un legado de una época en que los españoles en apuros tenían que trabajar la tierra por todo lo que ofrecería. Y es por eso que hay una serie de joyas en nuestra gastronomía que no te puedes perder:

  • Paella valenciana: La paella es quizás el plato español más famoso de todos, y sin duda uno de los más conocidos. La auténtica paella se origina en la región alrededor de Valencia, y viene en dos variedades: paella valenciana, con conejo y pollo; y paella de mariscos.
  • Patatas bravas: Un plato básico entre los que componen un menú de tapas clásico, las patatas bravas se llama así por su salsa picante. Las patatas se cortan en cubos y se fríen; la salsa puede venir de muchas maneras, desde salsa de tomate picante hasta mayonesa de ajo con una pizca de pimentón.
  • Gazpacho: Esta sopa andaluza a base de tomate es famosa por servirse fría. Sus ingredientes principales, aparte del tomate, son pimientos, ajo, pan y mucho aceite de oliva.
  • Pimientos de Padrón: Un plato común en los menús de tapas, los pimientos de Padrón son pimientos verdes que provienen originalmente de la ciudad de ese nombre en Galicia; se sirven fritos y con una pizca de sal.
  • Fideuà: Menos conocido por los turistas, la fideuà es un tipo de pasta española similar a los fideos. Es popular en Cataluña y Valencia en platos de mariscos que rivalizan con la paella por su sabor y complejidad.
  • Jamón: El jamón o jamón curado es el producto alimenticio español más famoso. Las patas de jamón se salaban tradicionalmente y se colgaban para secarlas para preservarlas durante los largos meses de invierno. El jamón serrano (de la montaña) es el tipo más común y proviene de cerdos blancos; el jamón ibérico proviene de cerdos negros.
  • Tortilla: La humilde tortilla española se puede hacer con chorizo, pimientos y cebollas, entre otros ingredientes, pero los puristas le dirán que solo debe contener patatas y huevos. Las papas se cortan en cubitos y se fríen ligeramente antes de agregarse a la mezcla de huevo, y se fríen a fuego alto.